Este año hemos plantado en nuestra huerta , por vez primera, el melón Galia y la experiencia ha sido muy interesante. Las plantas no han dado muchas piezas pero la calidad ha sido impresionante, con un aroma estupendo, el color excelente y el sabor junto con la textura exquisito.
El melón Galia es un melón pequeño y esférico, del tamaño de una pelota de balonmano, y cuyo peso no suele sobrepasar el kilo.
La piel exterior es de un color amarillo terroso, con algunos toques de verde, y está surcada por numerosas estrías de color amarillo claro, que le confieren un textura muy rugosa. Esta piel exterior es dura —aunque menos que en el melón de piel de sapo— y mucho más fina, por lo que cede ligeramente si la apretamos con los dedos.