Nuestra pequeña huerta ecológica tiene una superficie de unos mil doscientos metros cuadrados, esta cercada con seto de zarzamora, leylandi, aligustre y membrillos; tiene un pequeño pozo de bloques en sustitución de un viejo pozo de piedra con noria, que se deterioro mucho y era inservible; también tiene una pequeña caseta para guardar las herramientas.
Esta huerta siempre ha estado dedicada a huerta, según me dicen los mas ancianos del pueblo y yo todavía tengo el recuerdo de muy pequeñito viendo a un caballo con los ojos tapados dando vueltas a la noria para sacar el agua de riego.
Desde que la compramos nosotros, hace mas de 30 años, ha sido la huerta de autoconsumo para la familia y los allegados, pero con una idea muy clara no echar productos químicos de síntesis. Poco a poco la hemos llenado de vida y a veces nos sirve de experimentación como ahora estamos haciendo con las manzanos Red Love. Ahora es para nosotros mas que una huerta, es un lugar de disfrute y de orgullo.
Algo mas de la mitad esta dedicada a arboles frutales y el resto a todo tipo de hortalizas, tubérculos, legumbres, etc. intentando tener algo en cada época.
Es además un reto personal en demostrar que no se precisan productos químicos para conseguir productos de calidad y tanta cantidad como en la agricultura convencional.